sábado, 19 de enero de 2013

NARRATIVAS


¿Cómo leemos el clima? ¿Como podemos conseguir que de su lectura surja una responsabilidad mas radical hacia la realidad del cambio climático y sus impactos?


No existe una respuesta fácil. Históricamente las sociedades han leído el clima como un signo de estabilidad que no admitía mas preocupación que los eventos extremos que se pudieran dar en según que localizaciones. Sin embargo, el cambio climático esta introduciendo una variable a esta ecuación exacta y sin fisuras sobre las que se habían asentado y desarrollado las civilizaciones humanas. Los impactos que genera y la impredictibilidad e inestabilidad ligada al mismo nos debería llevar a hacernos nuevas preguntas y pensar en nuevas formas de leer el clima.


Y así lo hemos hecho, pero de una forma adecuada a nuestros tiempos. Hemos asumido, vamos a decir que mayoritariamente, que el cambio climático es real, pero que se va a dar de una forma gradual, adaptandose a nuestros tiempos y a nuestra capacidad de enfrentarlo con garantías. No asumimos un cambio climático abrupto, porque esto supondría la necesidad de llevar a cabo inmediatamente ese cambio del que tanto se nos habla que pasara de una economía basada en el alto consumo de carbono a una reducción global drástica del mismo… y los cimientos sobre los que se asienta nuestra civilización no parece que pudieran soportarlo, o al menos no parece que las sociedades desarrolladas, ni sus representantes, ni los intereses que se alimentan de este modelo de desarrollo parezcan muy dispuestos a cambiarlo.

No es cuestión de volver a explicar las consecuencias de un cambio climático abrupto o el propio cambio gradual que queremos enfrentar, pero vale la pena recordar que el sistema terrestre es un sistema precario. La suerte que tenemos como único planeta conocido con vida se debe a que nuestro sistema esta al limite y que de ese limite surge la vida.

De esa precariedad, de ese estar al límite brota el cambio si algunos de los factores se alteran. Sin embargo los impactos de esos cambios son desconocidos, dada la incertidumbre que genera incluso entre la comunidad científica el desconocimiento de saber que pasara una vez pasemos ciertos umbrales. Y como dice Fred Pearce: 'The big discovery is that planet Earth does not generally engage in gradual change. It is far cruder and nastier' (El gran descubrimiento es que el planeta Tierra no suele participar de cambios graduales. Es mucho más crudo y desagradable”)

No vendría mal intentar cambiar la forma en que entendemos el clima y su capacidad de cambio, y es que cada vez aparecen mas señales que nos hacen ver cosas que antes no habían pasado o que al menos lo hacen con mayor virulencia. Algunos ejemplos recientes nos pueden servir al respecto:




Este mapa nos explica como en los últimos cuatro meses de 2012 Australia asistió a las temperaturas máximas más altas que se tenían registradas. Y a partir del 1 de enero más registros se han rebasado. En el mapa podemos ver como las zonas marrones tienen temperaturas de 6°C por encima de la media entre 1961 y 1990. 
                                                                        
Estados afectados por el fuego y el calor como Tasmania o Queensland, en donde incluso los servicios ferroviarios han tenido que imponer restricciones al servicio bajo la amenaza de que los raíles pudieran derretirse. O el debate generado en los Estados Unidos tras la publicación de un estudio por parte del Gobierno en donde se alertaba de que la vida en los Estados Unidos se estaba viendo afectada por el calor, afectando la salud, los hogares y otros aspectos de la cultura americana. O por centrarnos únicamente en países considerados como los mayores emisores de co2, tenemos la alarma generada en Pekín en donde una niebla toxica se ha posado en la ciudad durante más de un mes.

No recuerdo donde leí o escuché algo así como que… “Dios nos ha dejado la Tierra en usufructo… y en respuesta estamos llenando de mierda la comunidad y al resto de vecinos…”

Sin mucho interés en asuntos religiosos, pero puede parecer comprensible aceptar que el desorden y la suciedad generada va a ser muy difícil de limpiar. Al menos podría resultar interesante, o se esta convirtiendo en una imperiosa necesidad, el que vayamos desarrollando historias y narrativas diferentes que puedan movilizar la realización de algunos objetivos a la hora de enfrentar el cambio en el clima. Nombrar abiertamente los futuros socio-ambiéntales, leyendo de una forma más amplia el clima, desde otras perspectivas y otras formas de comunicarlo, y creando nuevas narrativas culturales que ayuden a explorar alternativas que sirvan como motor de cambio. Discutir sobre estos nuevos marcos debería forma parte del debate futuro sobre el clima.

Propongo un juego para seguir pensando en el clima recordando una idea que me surgió hace tiempo y que ha vuelto a aflorar viendo el mapa de Australia más arriba. ¿Verdad que seria interesante que en la información meteorológica que nos llega todos los días se insertara también información sobre series históricas temporales en esa misma época del año? Seguro que nos ayudaría a entender mejor la evolución del clima.

De momento ese juego lo podemos hacer desde el ordenador. Ante la dificultad de encontrar esa información en la página de la Agencia Estatal de Meteorología (tiene una sección de juegos infantiles), he entrado en la página www.tutiempo.net  y he entrado en el histórico de temperaturas concernientes a España y sus ciudades (desde el año 1973). Es realmente interesante ver el histórico de temperaturas medias, máximas y mínimas de diferentes ciudades españolas durante los mismos meses durante diversos años. No es nada científico y no tiene porque corroborar necesariamente las tesis sobre calentamiento global, pero mantiene entretenido y ayuda a pensar más en el clima.  

martes, 15 de enero de 2013

Huertos urbanos: creciendo, evolucionando y creando una nueva ciudad

PUBLICADO EN ECOAGRICULTOR EL 15 DE ENERO DE 2013

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SOBERANIA ALIMENTARIA: Entendida como el derecho que tienen los pueblos para controlar el sistema agroalimentario y sus factores de producción, de forma que se desarrolle de forma autónoma y equitativa. De esta manera se garantiza el derecho humano a la provisión permanente de alimentos sanos, nutritivos, suficientes y culturalmente apropiados.


Una definición que nos sirve para enmarcar la realidad de los huertos urbanos y el apogeo que están teniendo en la actualidad en muchas ciudades.

¿Hasta donde nos podemos remontar para ver el progreso de los mismos? Si bien podemos comenzar en la Revolución Industrial como indica el interesante articulo de Moran y Aja y que nos da una perspectiva mas prolongada en el tiempo, las “Green Guerrilla” o acción que bombardeaba solares abandonados con bolas de semilla y arcilla en Nueva York para su embellecimiento, así como la creación de Jardines Comunitarios como el mas conocido de Liz Christy en Manhattan, pueden considerarse hitos en la historia contemporánea de los Huertos Urbanos.

En España, los huertos alrededor de las ciudades fueron desapareciendo con el desarrollo y expansion de las ciudades. Tener un huerto en el que cultivar alimentos cerca de la ciudad era visto como algo de paletos y estaba reservado a los abuelos principalmente. Pero ha habido siempre valientes agricultores en las ciudades españolas. Echar un ojo a este artículo de El País del año 83.

Las cosas han cambiado y deben cambiar más. Ya no son los abuelos los que cuentan, a los pocos oídos que quisieran escucharlos, los beneficios de tener cerca de casa una pequeña plantación en la que cultivar alimentos. Los urbanitas son los que traen, desde diferentes perfiles (universitarios, parados, madres y padres, inmigrantes o abuelos), el campo a la ciudad.

Y esta aproximación se ve alimentada también por otro tipo de factores que hacen evidente y necesaria la implantación de más huertos en nuestras ciudades.

Por un lado existe una necesidad cada vez más imperiosa, y con el cambio climático en mente, de crear sumideros de carbono en las ciudades. Los cultivos urbanos tienen la capacidad de absorber CO2, amortiguar la temperatura ambiente o reducir la contaminación sonora.

Curiosamente, o no tanto, la crisis y la quiebra del modelo de desarrollo parasitario y especulativo de los últimos años también han ayudado a la proliferación de los huertos urbanos. La necesidad, aunque no traducida todavía en las altas esferas de decisión, de un cambio de paradigma la encontramos traducida en este hecho. La dificultad del acceso a recursos naturales, la ruptura de muchos proyectos de vida basados en paraísos individuales, el entender que la sociedad y el bienestar se crean desde el colectivo y no desde un salón con televisión de plasma, nos debe ayudar a crear nuevas formas de vivir en las ciudades e interaccionar con nuestra comunidad mas cercana.

¿O no debería ser así?

Alimentos frescos y sanos, la generación de una actividad física moderada adecuada para todas las edades, vivir en la calle y compartir con otros, alimentos, vivencias y proyecto, u olvidar por un rato otras realidades de la vida diaria en beneficio de una actividad que nos relaja y reclama nuestro cariño y atención plena. Que levante la mano quien piense lo contrario, y no, no valen las superficies comerciales que abren todos los días del año.

Y encontramos como diferentes colectivos se asocian y revitalizan gracias a estas actividades, desde los grupos del 15-M y las Asambleas de Barrio, a las Asociaciones de Vecinos y otros colectivos. Lo mismo que en Nueva York en los setenta, colectivos ciudadanos que se unen para recuperar espacios que hasta ahora estaban infrautilizados.

Sin embargo el hundimiento del ladrillo y de un modelo de desarrollo fallido pero todavía adictivo, hace que los ayuntamientos actúen en algunos casos con ciertas reticencias a la hora de apoyar y promover huertos comunitarios. Acostumbrados a un modelo de desarrollo económico que en muchos casos giraba alrededor de la mesa de un restaurante, y de un dinero que fluía con cierta facilidad, ahora la realidad demanda reunirse con movimientos ciudadanos que desde el contacto, la interacción y la puesta en común de problemas, elevan el nivel de las reclamaciones a los gobiernos municipales.

No nos quedamos solo en la realidad local, miramos para terminar, un poco mas lejos, en los países en desarrollo en donde los huertos comunitarios están siendo una alternativa de desarrollo y de apoyo a la soberanía alimentaría de los que mas sufren. Miramos a África y a América Latina y los proyectos que allí se están desarrollando por la FAO y otros organismos.

Volvemos donde empezamos, la soberanía alimentaría y la capacidad de las comunidades, de aquí y de allí, de enriquecer su dieta alimenticia, de formar parte de un colectivo y de poder producir, distribuir y consumir sus propios alimentos. No es el momento de quedarse a mitad de camino.

Escrito por Jesús Marcos Gamero, síguele en su blog http://politicayclima.blogspot.com.es/ y en su twitter @jmgamerorus

lunes, 14 de enero de 2013

Integrating Climate Migration into Latin American regional forums

PUBLISHED IN INTERCAMBIO CLIMATICO, 14TH JANUARY 2013



The integration of the link between human displacement and the impacts of environment and climate change into the political agenda should be considered as one of the main actions to take when facing these issues. An inclusive approach that brings together the state and regional political structures, as well as civil society and other stakeholders, is necessary if the goal is to share the views of each group and design possible joint proposals.


The Global Climate Agenda reinforces the understanding of the problem

As mentioned previously, the climate agenda is increasingly considering the problem of climate displacement. In addition to the references in the IPCC’s Fourth Assessment Report and the Cancun Adaptation Framework, migration is mentioned in the decision on Loss and Damage that was agreed at COP18 in December 2012:
7. Acknowledges  the  further  work  to  advance  the  understanding of  and  expertise  on loss and damage, which includes, inter alia, the following:
(vi) How   impacts   of   climate   change   are   affecting   patterns   of   migration, displacement and human mobility;

The launch of the Intergovernmental Panel on Climate Change’s Fifth Assessment Report during the second half of 2013 should be a turning point in the way that human societies and their institutions face the reality of climate change. In this regard, the IPCC’s outline integrates more specifically than the previous report the issue of migration by including it in the Working Group II on Impacts, Adaptation and Vulnerability, both in the section “Landscape and interregional connections” in Chapter 9 on “Rural Areas”, as well as in a specific section in Chapter 12 on “Human Security”.

Bridging the gap between research and political action in Latin America

In Latin America we also find references to climate and environmental migration in various agencies’ reports and documents. The UN Economic Commission for Latin America and the Caribbean (ECLAC) has made reference to migration in a generic way in its last reports of 2010 and 2011 on the economics of climate change in Central America. Similarly, the research agenda on climate change proposed by the Inter-American Development Bank (IDB) considers in various sections migration as one of the most obvious responses to climate change.

However, Latin-American civil society forums have paid more attention to climate migration, particularly the MERCOSUR Social Summits. Recommendations were made during the MERCOSUR Social Summit in June 2010 in which the Commission on Climate Change, Environment and Sustainable Development, under the workshop on Climate Change and Poverty, declared their support to local agricultural practices in order to reduce migration to urban centers, and citing migration as a major factor when proposing models of self-sustainable cities. In addition, a specific call was made with the aim to promote legal systems that protect environmental migrants. This previous work resulted in a more specific text for the Social Summit in Foz do Iguaçu in December 2010.

Finally, an interesting document written from different perspectives surrounding the situation of climate migrants, is the special issue on Climate Change, Migration and Human Rights of the Bulletin on Migration Policies and Human Rights “Entre Tierras” that was written for the Rio +20 in June 2012 and the parallel Peoples’ Summit for Social and Environmental Justice in defense of the Commons.

These examples can be useful to frame the issue within the current regional policy frameworks that take place in Latin America. The essential efforts of civil society should also be taken into account and the need to implement an approach based on social justice and human rights.

Discussing migration caused by the environment and climate change in Latin America, as climatic factors gain more and more importance, must also go through an analysis of other social, economic, political and environmental issues as they are the generators of inequality in the continent. This also means discussing people who have been displaced from their lands by guerrillas and violent conflict, by expanding drug plantations, deforestation and the destruction of forests, or the uncontrolled exploitation of natural resources, among others factors.

Setting the Agenda for 2013
In 2013, both regional and global meetings, together with the work of different organizations, can positively act to introduce climate migration into political agendas.

The European Union – Community of Latin American and Caribbean States Summit to be held in Santiago de Chile on 26th and 27th January aims to discuss an “Alliance for Sustainable Development to Promote Investments of Social and Environmental Quality”. The Summit should serve to reinforce Point 4 on migration of the Madrid Plan of Action of 2010 and introduce the climate factor as a key aspect.

The Regional Conference on Migration (RCM) or Puebla Process, identified in the document summary of their 15 years of work in 2011, the need to link migration with other factors such as climate change. The introduction of this concept in future agendas should be expected.

The South American Conference on Migration and the South American Observatory on Migration (CSM-OSUMI) has so far had timid approaches to the issue and the impact of climate change on migration in the subcontinent. The XIII Conference to be held this year could serve as a stimulus to work in this respect.

The Organization of American States, divide their focus on Climate Change and Migration in two different areas which requires, obviously, more work and internal debate within the organization in order to reach a coherent approach.

Finally, 2013 will be a milestone in terms of the global work that is being developed in the field of migration. The High Level Dialogue on Migration and Development to be held during the 68th UN General Assembly should have among its most important sections one on “Migration and Environmental Change“. The regional preparatory meeting to be held in Chile in May/June should also serve to raise awareness of the issue in the continent.

2013 must be the year for a renewed commitment with the global climate agenda. This will also facilitate a wider approach to the increasing reality that links the impacts of climate change with human displacement. This has to be recognized and answered both in regional political forums, as well as other global meetings that will be held this year. Organizations working in different fields and with different views must work with this goal in mind.

miércoles, 2 de enero de 2013

FELIZ AÑO 2013. TE LO JURO


Integrando las Migraciones Climáticas en los foros regionales de América Latina

TEXTO APARECIDO EN INTERCAMBIO CLIMATICO EL 30 DE DICIEMBRE DE 2012




Uno de los aspectos determinantes a la hora de afrontar con ciertas garantías, la realidad de los desplazamientos humanos derivados de causas medioambientales y climáticas, es el de la introducción en la agenda política del problema. Una perspectiva inclusiva que aúne a las estructuras políticas estatales o regionales, así como a la sociedad civil y otros actores es necesaria, si el objetivo es poner en común las visiones particulares de cada grupo y las posibles propuestas conjuntas.

La Agenda Climática Global refuerza la comprensión del problema
Como se mencionó en el anterior artículo de esta serie, la agenda climática global cada vez tiene más en cuenta el problema de los desplazados climáticos. En este sentido podemos añadir a los puntos ya mencionados del cuarto informe del PICC en 2007 y el Marco de Adaptación de Cancún, la mención que a las migraciones se hace en el articulado de la decisión sobre Pérdidas y Daños (Loss and Damage) que se acordó la última Conferencia de Partes (“COP18”) celebrada en Doha:

7.  Reconoce el trabajo adicional que se necesita para avanzar en la comprensión y experiencia en pérdidas y daños, que incluye, entre otras cosas, lo siguiente:
(vi) Como los impactos del cambio climático están afectando los patrones en la migración, el desplazamiento y la movilidad humana.

La publicación del Quinto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (PICC) durante la segunda parte de 2013, debe marcar un antes y un después en la forma en que las sociedades humanas y sus instituciones enfrenten la realidad del Cambio Climático. A este respecto, el índice suministrado públicamente por el PICC integra de una forma mas especifica que en el anterior informe, la cuestión de las migraciones, incluyéndose en el Grupo de Trabajo II en Impactos, Adaptación y Vulnerabilidad, tanto en el apartado “Paisaje y Conexiones Interregionales” del capítulo 9 sobre Áreas Rurales, así como con un apartado específico en el capítulo 12 sobre Seguridad Humana.

Salvando el vacío entre Investigación y Acción Política en América Latina
En América Latina también encontramos menciones a las migraciones relacionadas con el medioambiente y el cambio climático a través de diversos organismos y documentos. De este modo, la Comisión  Económica  para  América  Latina  y  el  Caribe  (CEPAL) ha hecho mención de una forma genérica a la migración en sus últimos reportes sobre la economía del cambio climático en Centroamérica de los años 2010 y 2011. Igualmente, la  agenda de investigación en Cambio Climático propuesta  por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), considera en diversos apartados la migración como una de las respuestas más evidentes al cambio climático.
Sin embargo, ha sido desde los foros de la sociedad civil latinoamericanos desde donde se ha considerado más a fondo el asunto y ha sido especialmente en las cumbres sociales de MERCOSUR donde se ha hecho una mención mas especifica al problema.

Desde las recomendaciones que se hicieron durante la Cumbre Social de MERCOSUR en Junio de 2010 en donde la Comisión sobre Cambio Climático, Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, bajo el taller de Cambio Climático y Pobreza, en donde se apoyaban las prácticas agrícolas locales a la hora de reducir la migración hacia los centros urbanos, proponiendo la migración como un factor primordial a la hora de proponer modelos de ciudades autosustentables, así como la promoción de ordenamientos jurídicos que protejan a los migrantes ambientales. Este trabajo dio paso a un texto más específico durante la Cumbre Social de Foz de Iguazú en diciembre de 2010.
Por último, un documento interesante que liga desde diferentes perspectivas la situación de los migrantes ambientales, es el número especial sobre Cambio climático, migraciones y derechos humanos, del Boletín sobre Políticas Migratorias y Derechos Humanos “Entre Tierras” que se redactó con motivo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, Río+20 en Junio de 2012 y la conferencia paralela denominada Cumbre  de  los  Pueblos por la Justicia Social y Ambiental en Defensa de los Bienes  Comunes.

Sirvan estos ejemplos para ir enmarcando la cuestión dentro de los marcos políticos regionales que se llevan a cabo en América Latina, teniendo en cuenta la acción primordial de la sociedad civil, y la necesidad de poner en marcha un enfoque basado en la Justicia Social y los Derechos Humanos. Porque en estos momentos, hablar de migraciones inducidas por el medio ambiente y el cambio climático en América Latina, a pesar de que los factores climáticos tienden a ganar cada vez mayor importancia, debe pasar también por el análisis de factores sociales, económicos, políticos y medioambientales de máxima importancia y que son generadores de desigualdad en el continente. Esto supone hablar también de personas que se ven desplazadas por la acción de guerrillas y conflictos violentos, por el aumento de plantaciones de drogas, por la deforestación y la destrucción de la selva o por la explotación sin control de recursos naturales, entre otros.
Trazando la Agenda para 2013
Durante 2013 tanto los encuentros regionales y globales que se vayan a celebrar, como el trabajo de diferentes organizaciones regionales pueden servir muy positivamente para introducir en la agendas cuestiones relativas a los desplazados medioambientales.

La Cumbre UE-CELAC, Europa, América Latina y el Caribe a celebrar en Santiago de Chile el 26 y 27 de Enero y que pretende abordar una “Alianza para el Desarrollo Sostenible para Promover la Inversión Social de y Calidad Ambiental” debe servir para reforzar el punto 4 sobre migraciones del Plan de Acción de Madrid de 2010 e introducir el factor climático entre los aspectos a resaltar del mismo.

La Conferencia Regional sobre Migración (CRM) o Proceso de Puebla, ya identifico en su documento resumen de los últimos 15 años en 2011 la necesidad de vincular las migraciones con otros factores como el Cambio Climático. Se debe esperar la introducción de este concepto en próximas agendas de trabajo.

Igualmente el acercamiento de la Conferencia Sudamericana de Migraciones y el Observatorio Sudamericano sobre Migraciones (CSM-OSUMI) ha sido hasta ahora tímido con respecto al análisis que se hace del impacto del Cambio Climático sobre las migraciones en el subcontinente. La XIII Conferencia a celebrar este año puede servir como acicate para abordar esta problemática.

La Organización de Estados Americanos, divide sus enfoques sobre Cambio Climático y Migraciones en dos áreas diferenciadas lo que requiere, lógicamente, un mayor trabajo de debate interno dentro de la Organización para llegar a desarrollar un enfoque coherente.

Finalmente, el año 2013 tendrá un hito en lo que se refiere al trabajo que sobre las migraciones se desarrolla a nivel global. El Dialogo de Alto Nivel sobre Migración y Desarrollo que se celebrará durante la 68ª Asamblea General de Naciones Unidas tiene entre sus apartados de mayor importancia uno dedicado a “Migración y Cambios Ambientales”. La reunión regional preparatoria que se celebrara en Chile entre Mayo y Junio del próximo año también debe servir para aumentar la concienciación sobre el asunto que nos concierne en el continente.

2013 debe ser el año que realmente relance la Agenda Climática Global, y que permita también que la realidad cada vez más evidente que liga los impactos del Cambio Climático con los desplazamientos humanos, sea reconocida y respondida tanto en los foros políticos regionales, como en el resto de encuentros que a nivel global se van a celebrar durante este año. Las organizaciones que desde diferentes perspectivas abordan estos problemas deben trabajar con ese objetivo.